sábado, 30 de agosto de 2008

Relato 3



*

Oh, Johnny! Quien lo hubiera dicho. La vida toma rumbos inimaginables.

*

La habitación era pequeña y blanca, la luz del día penetraba sigilosamente por los cristales de la ventana. En su interior un cuerpo acurrucado yacía en la cama, vestido con un pijama negro. En realidad no era un pijama, sino unos pantalones de algodón ajustados y una camiseta algo grande, un poco deteriorada y sucia. Johnny era su nombre. Sus ojos se abrieron lentamente como persianas destartaladas, eran negros como el carbón. Sus cejas, alas de aves batiendo el vuelo, sus dientes perlas marinas celestes. Johnny se irguió soñolientamente y con su mano derecha zarandeó su largo pelo rizado que le cubría gran parte de la cara, su color: negro, con tonos cobrizos. Seguidamente, alargó la otra mano en busca del paquete de cigarrillos medio vacío que esperaba el dulce tacto de sus dedos, en la mesita de noche. Introdujo su dedo índice en busca del cigarrillo. Lo sacó y lo colocó, sin rito alguno, en sus labios rojizos.

Su mente no cavilaba; al cabo de un rato se levantó y se dirigió al cuarto de baño, abrió el armario y tomó el cepillo de dientes. Salió y buscó entre los cajones de la mesita una caja de cerillas para encender su cigarrillo. Lo encendió. Se acercó descalzo al a ventana y contempló la vista mil veces vista pero nueva y radiante a la vez. El sol se escondía entre nubes irreales de colores mil. Colocó su cepillo detrás de la oreja y siguió fumando, contemplando semejante amanecer.

*

Fue un amanecer sólo para ti. Un amanecer que murió al llegar a su máximo resplandor.

*

El sol desapareció al final, para no volver a aparecer en todo el día. Johnny giró sobre sus talones y volvió al cuarto de baño, se contemplo, tomó el cepillo y frotó sus dientes, suavemente. Colocó seguidamente el cepillo en el bolsillo de su camiseta, sonriendo ante el espejo del armario para contemplar la blancura de su dentadura. A continuación agarró un lápiz de ojos, mojándolo con su saliva para pasarlo luego por la parte inferior de sus párpados, iluminando de esa manera su pálido rostro. Se puso sus zapatillas viejas, bajó, bebió un café y salió fuera con la misma indumentaria con la que se había levantado.

*

Johnny, esa trágica melancolía tuya era cautivadora, fascinante. Tu mente cavilaba y cavilaba sin cesar, las ideas te sacudían y tú no podías controlar lo que ocurría ante ti.

*

Janet apareció de repente ante Johnny, sus miradas fueron fulminantes. No hubo palabras. Echaron a andar sin rumbo. Janet llevaba un vestido negro. Debajo del cual salían unos leotardos negros bastante usados. Su pelo era largo y ondulado, el cual azotaba su rostro a causa del viento, que iba rugiendo cada vez más fuerte. Su cara era pálida, a diferencia de sus labios que estaban pintados de negro. Sus ojos no. Una lágrima rodó por su cara. Entonces, Janet, cogió su cepillo de dientes del bolsillo de su vestido. Johnny el suyo. Los dos siguieron caminando.

*

miércoles, 27 de agosto de 2008

Relato 2


*

Cuando era pequeño, solía sentarme en el portal de mi casa, con mi peto de terciopelo amarillo a cuadros, y contaba mis deditos:
- y uno y dos y tres …
Los insectos del estío revoloteaban a mi alrededor, zumbando arriba y abajo.
(Tzsss…. Zummm …)
- y uno y dos y tres … - contaba yo mis deditos, todos los días con mi peto de terciopelo amarillo a cuadros, en el portal de mi casa, sí, cuando era pequeño.

Ahora, ya no soy tan pequeño, ni tengo un peto de terciopelo amarillo a cuadros, pero, sí tengo este cálido y sereno recuerdo que perdurará para siempre.
- y uno y dos y tres …

*


martes, 26 de agosto de 2008

Relato 1


*

Una viejecita de negro, pasa frente al portal,
se para, mira a los lados y se acerca silenciosamente.
Su cara es fantasmagórica, su nariz con verruga y todo,
es corva como la de los cuervos, y sus ojos,
negros y brillantes como el carbón,
que destellan al mirarme fijamente.
Yo sonrío ligeramente y quedo fascinado ante semejante rostro;
Y me pregunta con voz ronca:

- ¿Quién eres?

Yo aprendí a contestar:

- Soy el chico que nunca nació. Tal vez crecí entre el maíz. Caspita, ¡Qué pícaro soy!

La vieja cierra los ojo, y con su mano me despeina suavemente,
desapareciendo sigilosamente por la esquina.
La noche se acerca perezosa y cubre el cielo con su manto negro,
dos estrellas brillantes penden en lo alto,
a modo de saludo, yo las miro fascinado y río.

*


viernes, 11 de julio de 2008

Poema 28

*

Lucero y libreta
en el camino un carro
y yo a un lado.
Temor a la pluma
que esconde el número
yo no firmo, yo confirmo

Abro mi silencio perdido
a tu lenguaje encontrado
a la grúa que conduce
mi ausencia a un jardín
de calles y esquinas
donde espero
el vacío de mi caída.

Gizon galduak,
Nork lagunduko?

*

domingo, 29 de junio de 2008

Poema 27

*

Siempre he dudado.
Esto que intento escribir, es una duda.
Un nombre en el espejo.
En primera persona del singular.
Y singular es el intento de no perderme en el espejo.
Escribir ¿Qué?
Una historia mil veces contada, narrada.
La simple idea de llenar con palabras un espacio, me apabulla.
Me contengo en este vivir para encontrar un vaso al final.
Intento atrapar las puntas para unirlas en cruz,
Y así, encontrar un cruce para dudar.

*

Poema 26

*

Mumare sempre em recordà:

- Al.lot meu, no puc pus de cerca un mot
i trobar-lo per dedins meu,
tot inoïda i invista,
qual far perdut a l’illa
on intent d’il·luminar el camí
de la raó i la comunicació,
qual Mercuri alat a l’Olímpia,
per tan sols reblar la minsa paraula
que jo tan tem: T’estim.

*

sábado, 28 de junio de 2008

Poema 25

*

Mi voz en un vaso de agua
Lugar de refugio
Peregrino de mí voy hacia la sombra de mi soledad.

Lindo ese día.

*

Poema 24

*

El Álamo Blanco

Cascadas de palabras revolotean sobre el álamo blanco
Perdiendo el sentido por la locura de decir.

Páramo solitario siempre

Tu pasar hoja tras hoja es matar el tiempo estanco
Es vaciar el espejo de mi memoria.

Novelero errante siempre

Como una niña en el blanco de la nieve te arrastras
Por los ríos de tinta que manchan tu nombre.

Figura errónea siempre

Y yo trato de hablar en fácil
Pues mi no llegar al verbo
Es borrar el álamo blanco
Traición de uno que duerme
Entre hojas novelescas.

Yo que escribo palabras invisibles
Simples máculas que encierran
La ausencia de mi abandono.

La nada

Y tú, muñeca de tu infancia
Moradora del bosque histórico
Cabalgas hacia la dama de blanco
Para perderte en el fondo del poema.

*

Poema 23

*

Per quan miris enrera
I tan sols vegis uns ulls
Porucs i closos com cloïsses
Que foren mots de silenci
Per reblar la minsa paraula
Que jo intent de dir-te ara.

Recorda’m d’esquena al vidre.
Jo et veig. Sempre.

*

Entres en el cercle màgic
I cerques la buidor d’aquell dia
Que intentares mirar les meves mans
I tan sols trobares un nom a cada dit.
(Jo no ho he dit.)

Oh, se m’oblidava

Hi ha algú aquí que tremola.

*

Poema 22

*

La meva paraula es muda, ho sé.
Sempre hi ha la petita intenció de
Moure el suau vel per
Anul·lar la meva primera persona del singular.

Silenci, un mot que crema
Un mot necessari
Una absència
Què es diu el silenci a si mateix ?
Jo espero,
Si, allà al racó.

Vine aviat petita flor
I no tinguis por.
On tothom rega
La llavor per que broti forta
En aquest jardí d’alegria.
Tu no ploris, violeta
Aquí, hi ha un munt.

Vine aviat petita flor
I no tinguis por.
Ocell del meu cor
Llum que portes l’escalfor
Encisador de l’amor.
Tot per la llavor
Ara plantada al meu cor.

*

sábado, 14 de junio de 2008

Poema 21

*

La china
Gira tu mirada vacía
en busca de mi ausencia,
muñeca rota tú,
en la esquina de mi habitación.
Siempre atenta al sonido sordo de mi soledad.
Despedida de un mundo real y crudo,
ahora bailas impetuosa
en lo profundo de tus raíces negras,
cadenas que sustentan una vida de porcelana fina.


*


Siempre quise crear el arte del simple estar.
Estar y mirar, sin decir.
Siempre en silencio, mi boca, puerto solitario.
Estar para callar tus lágrimas mudas que nadie quiere oír.
Mis manos tratan de no tocar tu piel herida,
esa quemazón sin razón,
tu sabes que trato de cumplir,
pero no puedo más que estar sólo frente a ti,
con un vaso de agua.
Sólo trato de no mover ese sentido que me ata a ti.


*

Poema 20

*

Mi grito es un auxilio a mi yo exaltado,
al loco que quiere abrazar ese cuello lánguido,
soga que ata tu sombra contra el muro
que guarda ese sonido roto de tu cuello.

*

Quise decir tantas cosas
que todas quedaron atadas
en lo hondo de mi voz,
ahogando así,
ese grito de amor
que me aprisiona en esta locura
que es el vivir.

*

Yo que nunca fui,
yo que trato de anular mi primera persona del singular.
Yo no soy más.
Si es que alguien es alguien en algún lugar.
Trato de entender esos muros que rodean mi vacío,
yo que sólo quiero tu segunda persona del singular
y sentir ese calor de tus ojos en mi cadáver expuesto
en el jardín de colores mil.
Lejano lugar.

*

Poema 19


*

La meva paraula es muda, ho sé.
Sempre hi ha la petita intenció de
Moure el suau vel per
Anul·lar la meva primera persona del singular.

Silenci, un mot que crema
Un mot necessari
Una ausencia
Què es diu el silenci a si mateix ?
Jo espero,
Si, allà al racó.

*

Vine aviat petita flor
I no tinguis por.
Ocell del meu cor
Llum que portes l’escalfor
Encisador de l’amor.
Tot per la llavor
Ara plantada al meu cor.

*

I una Rosa
Una flor
No lluny d’aquesta nit
Plora records d’ahir.
Forta i ben arrelada
Crida un nom.

El meu.

La flor
Amiga del nom
Balla al vent amb el ulls closos.
I guia al nom per la foscor de la nit.

El nom crida un nom.
El teu.

Gràcies a una flor
Que sempre està allà a mà.

*

Poema 18

*

Un jardín de números
Ahora yo entro en el recuerdo,
formo parte del pasado
sin haber entrado aún
en el presente.
Es el tiempo vertical, dicen.
Mirar al tiempo de cara es no ver
nada de nada.
No quisiera mirar en tus ojos
sin saber que sabes que sé
que caí antes de levantarme.
Sé lo que sientes, lo sentí en mi espalda,
lo sentí en mi corazón,
pero la razón me robó el abrazo que pretendí para ti,
y ahora estoy atrapado en este jardín de números.

Perdona por hablar para nada decir.
Soy el 30 % inútil que busca la ecuación de su número.
Yo que no sé contar,
que me descuento ante los números sobre la mesa,
los que me delatan.
Lo sé, mi deuda es caer 12.910 veces,
y ese, es tu perdón.

*

Poema 17

*

Vi mis gritos cincelar la locura en mi cuerpo frágil.
Sentí ese refregarse, boca con boca, en la noche fácil.
Vi mi propia mirada perderse en la ventana oscura de mi mente.
Sentí la sordidez de los muros atados a mí, eternamente.
Ese abrazarme a mí mismo
para aturdir el grito de la angustia de verme
hundido en el blanco de la esquina, ahí.

Ahí nació, la locura por morder tus labios,
la locura por desear tu abrazo
y no poder romperme ante la multitud de babosas
que trataron de saberme.

Yo que no tuve la confirmación de ser uno.
Yo que me amasé entre venas eléctricas
y lucecitas de colores.
Yo que aprendí a amar de espaldas,
atado al verbo para siempre.

Así nació la palabra,
yo sólo puse el beso,
por eso.

*
Por callar yo digo
que el escorpión de tu secreto
pique el muro de la idea
y que te salpique
por esto, esto y esto.

Por callar yo digo
que el sexo de tus amigas
abra corrientes que limpien
esas máculas en flor abierta,
no sin antes pulir tu punzón.

Por callar yo digo
que el rumor de tu silencio
despierte al cuchillo con un grito,
y no me duela tu beso
por eso, eso y eso.


*

Poema 16

*

Junto las palabras para formar
Un beso.
Después, el silencio
Arremete
Sin fin.

*

No desprecies la nada que zarpa en mí,
de este puerto que es mi boca abierta,
solitaria de cruce de lenguas.
La noche atraca sus estrellas
en el manto oscuro de mi lengua,
donde intento inútilmente amarrar con los dientes
esos luceros que flotan en el agua estancada,
que ahoga mi garganta de náufrago.

*

Poema 15

*

Traigo los ojos cansados,
picoteados por la desilusión y el desengaño.
Estoy aquí tendido en el suelo,
como siempre,
lamiendo las heridas con bolos de saliva,
lejos de gente guapa y sonriente.

Me muero una y otra vez,
levanto mi traje de carne
y lo paseo como perro viejo,
hasta caer de nuevo
en la picota de mi propia cárcel.

Me limpio,
me relimpio
como limpio a un muerto,
a lengüetazo vivo,
intentando raspar,
pulir, abrillantar
esta piel que me encierra
en la nada de la nada.

Huyo de mi nombre
que no es otro
que el que me callo,
que no es otro
que el que me cosen
en cada centímetro
de mi cadáver.

Me gasto en el suelo
esperando a que se
me hielen las sienes,
esperando a que se
llene el vaso de vino blanco.

Sé de aquellos que repiten
el dialogo una y otra vez
con la vana esperanza
de ser tolerados,
que fingen ser gente
imitando opiniones
imitando frases.

Que beben copas de vino blanco,
para por la noche echar un polvo.

La vida es así,
un rumor de amor vendido
a tantos centavos el cacho,
y aún así,
te devuelven el beso partido.

Quisiera que no me dolieras tanto,
porque, aunque ya no estés,
te veo y te oigo.
He muerto tanto
que apenas siento
la angustia de irme de lado,
con un vaso en la mano.

*

Poema 14

*

El ahorcado

¡Oh, mi vida!

Cuídate de esa infantil compostura
postura que domina
la inquebrantable suposición de que
un cuadrado es un cuadrado.

Yo no digo,
yo olvido ese extraño ángulo.

¡Mi vida!

Aprecio la labor del adorno en suspensión
su presión en mi interior provoca
un vacío de garganta, un no fluir más.

¡Vida!

Yo que siempre busqué ese extraño anzuelo
en el azulejo de tu cuerpo
- mi cuerpo -.
Sólo para abrir la cortina y encontrar
tu respirar de muerto en mi boca rota,
Yo que sin saberlo …
Yo que al ser ciego confundí (por así decirlo)
tu falsedad por frialdad.
Yo que dormí con tu más preciado cadáver
enterrado en mi primera persona del singular.
Yo, yo,
Yo que añoro el abrazo que deja el muerto
en el árbol de la vida.

¡Oh, mi vida!

Lo que quiero es balancearme ante
la mirada del ciego que
alza la mano vacía.
¡Oh, vida mía!!!

*

Poema 13

*

Vivía mirando el espejo de su propio olvido.
Ese mirarse las manos sin parar.
Ese abrigarse la lengua con trapos de risa,
atrapando las miradas con su espalda ensangrentada.

Ese golpearse en la frente contra el suelo,
ese suelo duro clavado en sus ojos.
Ese esperar de lluvia,
a que limpie sus ojos.
Esa línea roja que brota en el cuadro de sí mismo.

Yo quería.
Yo quería aleccionar la voz de aquel que
entró en el cuadro de la musicalidad
y no se encontró más nunca.
Ese olvido que me ahoga.

*

Estoy cansado de que me traicionen
con cada palabra
con cada mirada
con cada sonrisa.

Me doy, lo confieso,
por un beso
por un peso
por una flor en el espejo
que ya no veo.

Lo confieso, me doy
a la sombra de tu silencio.

*

Poema 12

*

El abandono de mi violación

Levanto mi cadáver del abismo
lo arrastro al espejo para desdoblarme.
Ahora puedo mirar hacia atrás:
Y mi niñez es estar contra la pared
con los calzoncillos bajados.
Aprieto mi boca y aguanto el gemido,
entran y salen;
no importa quiénes,
todos esconden la punta del cuchillo.
Muerdo la pared que cubrirá mi cadáver,
- perpetua posesión -
cadáver de mi cadáver.
Mi violación es la delicada disposición,
ese usar y tirar,
un crepitar de huesos
uno
a
uno
contra el muro del olvido.

*


Camino al mar sin fondo

A un mar sin fondo arrastro
ese instante que no se olvida.
En un fondo de plata
salta y brilla la platija
a la sazón de mi voz cortada.

En mi boca cebos de mariposa
para noches como ésta.
Y aunque un rumor
me lleve contra corriente,
sigo abriendo la boca,
aunque no fluya palabra alguna.

No apliques tu red al mar,
mátame con tus manos.
La locura de saber que
estuve en ese
mar
sin fondo.

*

Poema 11

*

Hemos dicho palabras
palabras para cubrir nuestras máscaras
palabras para romper la verdad
palabras para esconder nuestro perfil de muerto.
Nos hemos reconocido
Nos hemos desaparecido
Y ahora ¿Qué nos queda?
Un jardín de labios rotos.

*

No es mi voz la que oyes
es la visión de mi voz cortada,
la que no existió.
He aquí la imagen de mi otro yo,
el que me persigue
con un ramo de violetas.
Ahora sólo veo la transparencia de mí mismo,
en el fondo del mar.
Y un rumor de piano
que arrulla mi figura,
en el azul sin fin.

*

Insisto en tu abrazo.
Insisto en tu palabra,
que por tardía se me clavó en el costado
como espina de bronce en la frente de un profeta.
Sí, yo dije:
Que tu cumplir en el verbo
sea vacío al aire.
Que tu escupir en la boca
sea el beso que espero
pues no se esperar nada más que
el desaliento de tu traición.

*

Poema 10

*

Miro al niño muerto que está en el espejo.
Abre la boca y surge una mariposa
que se posa en mi garganta abierta,
y baña sus alas en el preciado líquido,
sellando así mis ojos, con besos de sangre.

Ahora el niño me guía al espejo
y el viento furioso grita mi nombre:
Yo - dice.
Y el espejo se parte.

*

Yo, que imagino
mis ojos en el fondo de la bañera,
mirando al otro lado a través del agua.
Yo, el ido,
con mi boca abierta que es el espejo
de vuestra alma.
Hundido.
Miráis mi cuerpo cubierto de palabras sordas
que brotan de mis muñecas.
Me balanceo en un mar de olvido.
Me alzan. Les salpico.
Y por el desagüe se van mis palabras de muerto.
Me abrazan - yo lo intento.
Cubren mi cuerpo desnudo - yo les dejo.
¿Y qué deseaba yo?
La oscuridad de mi voz.
Alegría de perderme en un agujero.
Oh! Se me olvidaba.
Hay alguien aquí que tiembla.

*

Insisto en que oí
un rumor tras la ventana,
alguien pasó, pues
su silencio dejó.

*

Poema 9

*

Él que es yo,
ella que es él
que es yo
¿Quién es quién?
Tú.

*

Abro la grieta de tu frente y
escucho tu silencio interino.
De tu oscuridad surge el gato
de ojos violeta (violenta su garra)
que me abre la garganta.
Uf!
Alargo mi agonía al tiempo escurridizo,
me clavo, me fijo,
me aferro, me consumo, asido así.
Tú me botas.
Yo tiro dedo.
El cholo llora.
El gato lame sus uñas.
Yo alargo la noche a mi garganta.
Oigo tu silencio de frente.
Uf!

*

Rompo el silencio en mi boca,
me lo trago.
Me visto con la mortaja lila de tu lengua.
Adormezco mi corazón con
el plañir del violín.

La idea indeleble de saberme
y no poder hacer nada
Yo, que también soy nadie.

*

Poema 8

*

Entro en tu visión.
Aparto telas ensangrentadas
y entre cuerpos inertes
ubico el mío,
- para que lo limpies -

Y entre paños de colores acolchas
mi mente con suavidad.
Yo, que lentamente me alejo,
te observo en la pantalla azul de mi mente.
Y dejo que arranques mis venas
para que fabriques coronas de soledad.
Y dejo que cortes mis ojos
para que broten flores de amor.
Y dejo que cosas mis labios con oro fino
para que mi silencio se grave
en los pechos de la luna.
Luego, tranquilamente, proyectas mis transparencias al cielo.
Abriendo, la noche, la puerta de las estrellas,
y así vivirme un poco.
Me sustraigo de tu visión:

Ahora, soy un abandono en suspenso.

*

Junto al abismo esparzo mi carne.
Unto mi cerebro con negro veneno.
Ato mi sangre a las venas.
Nadie es imprescindible.
Ahora veo mi ignorancia.
Noto el vacío en la esquina.
Tiro de ella y me salpica.
Oh!
No quisiera manchar tu voz.
Instante perdido siempre.
Otro que es yo.

*

Poema 7

*

Sh sh sh …
Silencio
Una boca del revés.
Un anzuelo en la garganta.
Un tirón.
Silencio.
¿Para qué tanta sangre en un corazón muerto?
Y de un Mar de ensueño
surge una sirena
- sin corazón -
Sh sh sh …
Silencio.
Un anzuelo.

*

Escribo estas palabras como si quisiera vivirte.
Respiro este aire de indiferencia
y me ahogo en mí mismo.

¡Oh, quédate un poco más conmigo!

Mis lágrimas!
me las como me atraganto, así.
Y veo tu rostro destrozado siempre.
Cubro tu cuerpo con estrellas de papel
y busco la noche en los ojos de
tu cadáver.

¡Oh, quédate un poco más!

Sólo un poco,
en la grieta oscura
de mi corazón.

Adiós oh Adiós.

- todo se desliza -

*

Poema 6

*

Mi infancia me devora.
Entro y no soy yo.
Voy en busca de quien soy
Conmigo que soy él y que soy yo,
Indeciblemente distinto de él.
Confuso.
Trato de comprender lo que dice mi voz.
Espero.
Muerto.
¿Qué estoy diciendo?

*

Tengo un extraño presentimiento cuando me encuentro con alguien,
es como si yo, ya no fuese yo; que lo que había antes ya no está,
o no me importa, como si hubiera perdido todo interés.
Actúo como si fuese un autómata
movido por el motor de mi memoria.

*

Perdido en un circulo
saco mi lengua azul.
Doy vueltas y no consigo
centrar mi yo.
Abro mis venas y sólo
encuentro cenizas del pasado.
Y mis pecados me aclaman
como víboras escupiendo fuego fatuo.

*

En una pantalla de azul veo mi propia muerte rozar;
tumbado en tu regazo, cubierto con tus alas, me acaricias.
Oigo susurrar mi nombre, ese nombre que nunca me perteneció,
al que alguien se le cayó por casualidad,
un error que creyó ser algo que nunca existió.
Ahora, me iré lejos donde no haga más daño a nadie,
donde pueda devorar mi propio cuerpo,
masticar con rabia mi alma negra, ese monstruo que creció
creyéndose un ángel.

*

Poema 5

*

En la habitación de mi mente
Nada queda, excepto esa vieja fotografía
Con madre enmarcada en el tiempo,
Acallando en su interior, ese grito de hormiga.
Rabiando, el viento pela tu rostro de agonía, y
Nada puedo hacer, sino sentir tu latir de cocodrilo.
Aquí, en la oscuridad de mi mente, llorando tu ausencia.

*

Con el tiempo, tratamos en vano
de tocar ese Rostro
que ya no tiene forma.
Y el corazón se desvanece lentamente …
y seguimos buscando esa mirada que nos reconforte,
ese gesto inapreciable,
esa postura de tu frágil SONRISA.

*

El árbol

Se me han roto los años
y el miedo me devora el cuerpo
que yace en el tiempo.
De mis ojos brotan flores,
de mi boca espinas del corazón,
de mis brazos enredaderas que
mecen mi cuerpo sin vida.
La savia surca por entre círculos,
aporreando puertas de silencio.
Mis pies devorados por la tierra,
se aferran a mi nuevo estado,
fortaleciendo mi base con ríos de lágrimas,
y el viento que ruge con rabia agita
mis ramas hacia el cielo, en busca de tu luz.


*

Poema 4

*

Roto por los cuatro costados

Tomé mi Fonseca de 25 cosacos de la estantería,
y abriéndola cuidadosamente con ambas manos,
sustraje con dedos temblorosos de entre desvaídos
papeles y lejanos sobres, uno, de letra marina y
nevosa piel, matado (asesinado!) con sello Urgente.
Tuyo.
Y de esa manera, releyendo tus líneas de azul,
me asaltaron recuerdos de días lejanos y dolorosas
Ymágenes de proyecciones nocturnas en
prostíbulos rojos, donde vendí mi sexo de cristal …

Y ahora no puedo soñar … cierro los ojos … y no puedo soñar.

Entraron y salieron.

Violación

Y yo no fui más yo …Y me partieron en sexo en dos.

Y sé que nunca sabré defenderme, que sólo deseo
presentarles el trofeo, quiero decir mi cadáver,
y que se lo coman y se lo beban, porque no hay nada más.

Y olvidado en la prisión de mi mente cruzo el espejo …
Y ahora entre trago y trago, los cristales de la botella
surcan por mis venas y destrozan, así , amorosamente,
una vida putrefacta,
y la soledad vestida con hermoso corsé, me estruja,
adiós oh adiós, mi lengua de amor.

*


Sueños de Madre. - ¿A dónde van?
Tiempo circulando irremediablemente. Susurros de un pasado.
Incontestable amor. Todo dado por sentado.
Negación. Un grito (interior). Y nada más. Y,
Gentilmente, se desvanecen en el tiempo.

*

Poema 3

*

Rompen las olas lejanas
mosaicos celestes
llenos de estrellas
y conchas silvestres.
La fauna gitana
acecha sin pausa.
Cuchillos deslumbran
sobre sombras desnudas
de cuerpos que quiebran
en simples segundos.
La luna teñida
de noche carmina
se esconde temida
de escena sin vida.
Fajines manchados
de orgullo aceituno
cabalga sin rumbo.

*

¿Qué cómo me siento?
Imagínatelo …
Ellos me encerraron y yo no pude evitarlo,
todo era tan hermoso, que les di mis venas abiertas,
entonces, todos se fueron.

*

Recuerdo pequeñas estrofas de baladas,
voces negras quebradas, partidas,
colgadas en cinco paralelas,
cabalgando raudamente hacia mis tímpanos.
Un sinfín de colores cortando mis ojos,
tiempo, pasos, notas, números …
Todo en cuatro esquinas.
Música.

*

Poema 2


*

Tengo mente de ido.
Se enciende y se apaga,
ora sí, ora no.
La barca se tambalea
bajo la marea de mis sentimientos,
esos que en un principio fueron
milagros que intentaron curar a los idos, ellos, esos.
Mas no por verme caer yo más tarde en el hueco, fui salvado.
Yo que sólo quería milagros para ellos, esos, los idos.

*

Me veo en la sombra de tu luz.
Muerto en clavo, busco tu abrazo.
Una franja cubre mis ojos,
ciego yo por ti que me tapas la visión con azul,
-lapislázuli-, dice el poeta.
Yo, simplemente "blue".
Toda mi mirada se concentra en esa extraña textura.
Sabiendo de la desnudez de tu cuerpo, no cubro sino tus clavos.
Tres.

*

Yo no quise verla, pero su dejadez al andar por la calle me atrapó.
Me estremecí; perdí el consuelo con su simple visión.
Ese pleno abandono de sí misma; esa tristeza en sus manos.
Mi intención fue tocarla, alcé mi mano pero el cristal me lo impidió.
Todo era tan lento como el aleteo de su cabello cubriendo parte de su rostro,
dejando entrever esa mirada vacía de alguien que ya no está.
El simple movimiento de su pesado andar, me golpeó.
Quise correr hacia ella y abrazarla, despertarla de ese trance mortal,
pero su baile era íntimo y solitario.
Sentí caer su pesar,
y ahora ese recuerdo arde en mí como el de alguien
que murió ante mí en plena calle.

*

domingo, 8 de junio de 2008

Poema 1

*
El tropiezo del día me paraliza.
Si pudiera lo escupiría.
Intento no proclamar la mar de mi desierto.

Canto mis edades de tumba fría.
Ese canto de niño envuelto en el negro de la noche.
Lo sé, me rompe.

Si pudiera salir al alba, ella me cubriría
con su escarcha de amor de locura.
Y así, poco a poco,
deshacerme del verbo rebelde que me trajo a este hueco
de tiempo infinito.

Me suelto y no consigo descolgarme del árbol de la vida.
Intento escapar del número que me persigue.
Intento no abrir la boca para no ahogarme en un mar de incertidumbres.

Ahora me sé.

*
Me explico en sombras.
Me pierdo en dobleces inexistentes,
en pequeñeces,
en goteos verdes que palidecen mi voz.
Me ahogo en negro.
Sufro en rojo vivo.

No sé quien me tapa, pero lo siento en cruz.

*