sábado, 14 de junio de 2008

Poema 10

*

Miro al niño muerto que está en el espejo.
Abre la boca y surge una mariposa
que se posa en mi garganta abierta,
y baña sus alas en el preciado líquido,
sellando así mis ojos, con besos de sangre.

Ahora el niño me guía al espejo
y el viento furioso grita mi nombre:
Yo - dice.
Y el espejo se parte.

*

Yo, que imagino
mis ojos en el fondo de la bañera,
mirando al otro lado a través del agua.
Yo, el ido,
con mi boca abierta que es el espejo
de vuestra alma.
Hundido.
Miráis mi cuerpo cubierto de palabras sordas
que brotan de mis muñecas.
Me balanceo en un mar de olvido.
Me alzan. Les salpico.
Y por el desagüe se van mis palabras de muerto.
Me abrazan - yo lo intento.
Cubren mi cuerpo desnudo - yo les dejo.
¿Y qué deseaba yo?
La oscuridad de mi voz.
Alegría de perderme en un agujero.
Oh! Se me olvidaba.
Hay alguien aquí que tiembla.

*

Insisto en que oí
un rumor tras la ventana,
alguien pasó, pues
su silencio dejó.

*

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